Este es el tipo de cine que nos perdemos gracias a las distribuidoras que nos dejan a la cola cuando se trata de películas que no les aseguren una ganancia rápida y como por estos lados el cine asiático no pega mucho... Si no fuera por internet (en pop corn time se puede ver) y algunas tiendas especializadas (como Fílmico en el paseo las palmas, donde la tienen en dvd y blu-ray) no tendríamos forma de verla.
Snowpiercer es la última película del joven y talentoso director sur coreano Bong Joon-Ho de quien ya (no) vimos la excelente Memories of Murder (2003) y la no tan excelente pero aclamada The Host (2006). Con esta entrega Bong Joon-Ho confirma su talento para poner en escena el mejor thriller al más puro estilo Hitchcock.
Se trata de una película atípica en el mundo del cine asiático, porque a pesar de ser completamente coreana, es hablada en inglés y la mayor parte del elenco es estadounidence o europea, con actores de la talla de Tilda Swinton (irreconocible), John Hurt (quien una vez más hace de anciano acabado) y el siempre eficiente y calvo Ed Harris.
En un mundo congelado luego de un fallido intento por acabar con el calentamiento global enviando unos misiles a la estratosfera, solo un pequeño grupo de personas ha logrado sobrevivir gracias a que alcanzaron a subirse a un tren super tecnológico que corre a toda velocidad sin pararadas, por unas vías que dan la vuelta al mundo.
Han pasado años y mientras afuera todo sigue congelado a cientos de grados bajo cero, dentro del tren las personas sobreviven en un régimen de terror. Las clases superiores, dueños de los recursos y de las armas, viven en los primeros vagones y mantienen oprimido a todo el resto que vive a la cola del tren en condiciones parecidas a Auschwitz. Hay una especie de guardia interna que se encarga de controlar a las clases inferiores, dirigidos por la cruel y sarcástica Mason (Tilda Swinton).
La historia se centra en Curtis (Chris Evans) quien orquesta un alzamiento en contra de los poderosos con el que pretende llegar hasta la cabeza del tren, apoderarse de la sala de máquinas y matar a Wilford el misterioso diseñador de la máquina, pero para ello debe primero vencer a los guardias armados y encontrar la manera de abrir las puertas que impiden su avance. Aquí es cuando entra en acción Namgoong Minsu (Song Kang-ho), un coreano que diseñó el sistema eléctrico del tren y que supuestamente les ayudará una vez lo liberen de la cárcel donde se encuentra.
A medida que el grupo va avanzando (una decisión muy inteligente fue situar siempre la cámara a la derecha de los actores, siguiendo todo el tiempo el mismo sentido de avance) se va encontrando con todo tipo de obstáculos y sorpresas cada vez más chocantes e inesperadas, lográndose un ritmo de in crecendo en el suspenso.
La película está inspirada en una bande dessinée titulada Le Transperceneige (1982), de Jacques Lob y Jean-Marc Rochette. Fue producida entre otros por Park Chan-wook (Old Boy), experto en poner en escena historias de violencia explosiva. Entre sus curiosidades está el hecho de haber sido la película más rentable en ser estrenada en el sistema Video on Demand en EEUU, mercado en el cual se estrenó en los cines una versión 20 minutos más corta que la original y con un final diferente, gracias al criterio mercantilista de Harvey Weinstein.
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