A raíz de la popularidad de la que han gozado las películas de Hayao Miyazaki, el Walt Disney de Japón, el mercado de las películas animadas japonesas se ha llenado en los últimos años de producciones "al estilo" Miyazaki, es decir, de una calidad técnica impresionante, con un conflicto gira en torno a protagonistas que están en esa etapa intermedia entre la niñez y la adolescencia, con algún conflicto familiar (muerte o separación de sus padres) a raíz de lo cual entran en un mundo de fantasía, con extraños seres que intervienen en los acontecimientos de su vida cotidiana, acompañando la transición a la vida adulta.
Suelen ser historias difíciles de catalogar, dado que tocan temas de adultos, pero en código de cuento infantil. Suelen contener una buena cuota de miedo y drama, por lo que resultan productos atractivos también para un público adulto.
Es el caso de películas como Kiki's delivery service, Mi vecino Totoro, El viaje de Shihiro y la reciente A letter to Momo.
Momo la protagonista es una niña entre los 11 y 12 años de edad, que junto con su madre trata de superar la reciente muerte del padre, para lo cual han abandonado su vida en Tokio y se han ido a vivir a una ciudad costera, lejos de la capital.
Ikuko, la madre de Momo, trata a la manera adulta de superar el trauma, es decir, fingiendo que todo va bien y llorando a escondidas. En cambio Momo no encuentra manera alguna de asimilar la tragedia y no entiende cómo su madre puede estar tan tranquila.
Sin ninguna explicación, aparecen en la vida de Momo tres criaturas con apariencia de monstruos mitológicos, cuya misión es observar a Momo y emitir un reporte que deberá ser enviado al cielo. Por supuesto solo ella puede verlos y en lugar de limitarse a observarla, van haciendo pallasadas, rompiendo y desordenando todo a su paso.
A diferencia de las películas de Miyazaki, donde la fantasía es absolutamente protagonista y delirante, sirviendo como escenario para el tránsito de un estado de vida a otro, en este caso no termina de cuajar ni comprenderse el rol de estos seres en el desarrollo de los acontecimientos. La pelicula podría desarrollarse igualmente sin el elemento fantástico y funcionaría como un drama adoescente convencional. Por otro lado, el drama de Momo no logra ser lo suficientemente atractivo por problemas de guión. Se cae en el típico error de explicar mediante diálogos los sentimientos y motivaciones de los protagonistas.
No obstante, la calidad de la animación es impecable y se agradece que no se abuse de los efectos digitales.
Director: Hiroyuki Okiura
Productores: Arimasa Okada, Keiko Matsushit, Mariko Noguchi, Motoki Mukaichi
Escrita por: Hiroyuki Okiura
Historia: Hiroyuki Okiura
Musica: Mina Kubota
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